jueves, 25 de agosto de 2011

Sobre cómo conocí a Beuys


El día que conocí a Beuys no me impacto tanto su obra como pensé que lo haría.
En la entrada de la exposición una fotografía suya, un hombre imponente, duro de mirada no hacia gala de lo que su obra pretendía, el arte en su forma más simple.
Los trazos fuertes a lápiz sobre hojas comunes, la constante presencia de la línea  y la circunferencia, la vaga construcción de planos o bocetos, de qué? No lo sé, fue mi percepción, me gustaron esas líneas siempre cruzándose con otras, siempre escribiendo sobre el papel, como si tuviera esa gran necesidad de no olvidar nada, de no dejar escapar la oportunidad de decir con sus trazos lo simple que puede llegar a ser una pieza de arte.
Pero al mismo tiempo llega un momento en el que Beuys frena esa ya ilusión que tienes de ser como él, y se enfrenta (el observador) a piezas un tanto más densas piezas de madera, fieltro y grasa; rojas, grandes brillantes… piezas que dejan de lado lo simple y  son algo más visceral, siempre el fieltro rojo, solo sobre el papel o acompañado por la madera son la voz de Beuys de lo que puede llegar a ser el arte, una capacidad para todo el mundo, simples experiencias adaptadas a lo físico.
Tuve que llegar a mi casa a investigar por qué tan presente lo natural (el fieltro, la madera, la liebre, el coyote)  y  darme cuenta en esa acción que  él fue un hombre de guerra y que su  vida se la debía justamente  al fieltro, entendí al recordar sus obras colgadas en esa galería por qué decía que las obras de arte eran tan efímeras como la vida pues fue precisamente su vida la que dependió de lo efímero de la fibra.
Al compararla con obras de la misma exposición como “Berlín Estandarte” en la que prima los colores y los rostros ocultos o con obras netamente fotográficas completamente opuestas a la propuesta del alemán de figuras inexactas y trazos suaves y simples, mas que impacto lo que surgió en mi fue una curiosidad por conocerlo más, y de aprender de él tanto como lo hicieron quienes tuvieron la fortuna de trabajar a su lado, una mezcla de emociones.

1 comentario:

  1. una critica fascinante, con facilidad se puede percibir cada detalle como si el lector fuese el espectador. Con cada descripcion se puede percibir la escencia y el sentimiento de aquella exposición

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