Luego de ver una y otra vez el vídeoblog de Francisco Santos en el que hace referencia a las armas no letales para la ‘represión legal’ como solución a los disturbios y la crisis vial que sufría Bogotá debido a las marchas estudiantiles en favor de la educación de calidad en la ciudad y en el país, y pasadas algunas semanas de la transmisión cuando ya la sangre está fría y la opinión publica un poco más calmada, me tomé unos minutos para ver un segundo videoblog en el que “rectificaba lo dicho”, no hace falta ser una persona muy estudiada para darse cuenta de lo forzado de las palabras en este segundo vídeo, pero mi intención en este momento no es dar calificativos a la realización del vídeo o a la preparación y sinceridad del orador. Mi propósito con esto es quizá tratar de entender cómo un hombre que después de vivir la experiencia de un secuestro, tal vez uno de los personajes públicos del país que más ha utilizado vías de hecho para hacer ver al país que ocurren cosas que nos conciernen a todos así no nos afecten directamente, proponía el uso de dichos elementos.
Foto: www.lts.org.ve
Cuando se mira a través de la poca historia de marchas multitudinarias que tiene nuestro país fácilmente podemos encontrarnos con Francisco Santos como promotor de la primera gran marcha nacional en la que 12 millones de colombianos salieron a las calles a marchar por la paz, 12 millones de colombianos diciendo ¡NO MÁS! A principios del año 2000. ¿Cual hubiera sido la reacción de Francisco Santos en esa época si sus acciones hubieran sido recibidas de semejante manera?.
Cómo entender a una persona que utilizó en múltiples ocasiones las vías públicas y las de hecho proponga ‘soluciones’ tan radicales y hasta exageradas para acabar con las mimas?, Francisco Santos hablaba en el primer vídeo que las vías de la ciudad no deberían colapsarse de esa manera como si la ciudad tuviera un tráfico fluido y planeado, en mi memoria no hay registro de que Bogotá en algún momento de su historia no haya habido crisis vial y así como él mismo lo dijo fue una manera de deslegitimar las marchas sociales y fue una manera violenta de estigmatizar los movimientos estudiantiles.
Ellos, como bien lo decía Francisco Santos ganaron una batalla, demostraron madurez y dejaron claro que tienen argumentos de peso para seguir luchando y marchando. Demostraron con altura que no se trata de un juego y que conocen la reforma y las normas colombianas y que son capaces de esquivar a cualquier periodista por más sagaz que sea cuando trata de anularlos como representantes de los estudiantes y como agentes generadores de opinión y reflexión.
Mientras se generaban las marchas al mismo tiempo podíamos ver y escuchar en los diferentes medios de comunicación cosas como que un día de marcha deja un saldo en rojo de 1.07 millones de pesos o que según investigaciones de inteligencia estas marchas se prestaban para que los grupos narcoterroristas se infiltren.
Ahora bien, yo me pregunto, un hecho coyuntural aunque nos incumbe a todos como país, hablo del fusilamiento de los 4 ex secuestrados, miembros de las fuerzas públicas merece una marcha pero una reforma educativa que afecta directa o indirectamente a la mayoría de habitantes del país no la merece?
Esta marcha no generara ese saldo en rojo o la infiltración de grupos al margen de la ley antes mencionados, no se alterará el flujo vehicular en las vías de la ciudad y del país entero y por lo tanto sería impensable la idea de utilizar esas inofensivas armas, por que saldrán los colombianos de bien a alzar su voz, como si los estudiantes no fueran colombianos de bien.
Caminará el país entero para pedir una vez más la liberación de los secuestrados así como caminan los estudiantes reclamando un derecho constitucional, caminara pidiéndole a los gobernantes cumplan las tareas para las que fueron elegidos.
Yo espero, como todos los colombianos que algún día todas estas voces unidas, todo ese camino recorrido logren hacer que vibre algo más que el suelo al caminar, que el conflicto armado tenga un cese o su final absoluto, que se logre una educación publica gratuita y de calidad para todos pero para eso hay que proponerse, desde mi modo de ver, un modelo de país que respete de verdad la opinión del campesino al empresario, que no sea cuestión de redacción y distribución de constituciones que nadie acata, y que la sociedad civil y el estado trabajen en mutuo respeto y beneficio.
Foto: www.lts.org.ve
Cuando se mira a través de la poca historia de marchas multitudinarias que tiene nuestro país fácilmente podemos encontrarnos con Francisco Santos como promotor de la primera gran marcha nacional en la que 12 millones de colombianos salieron a las calles a marchar por la paz, 12 millones de colombianos diciendo ¡NO MÁS! A principios del año 2000. ¿Cual hubiera sido la reacción de Francisco Santos en esa época si sus acciones hubieran sido recibidas de semejante manera?.
Cómo entender a una persona que utilizó en múltiples ocasiones las vías públicas y las de hecho proponga ‘soluciones’ tan radicales y hasta exageradas para acabar con las mimas?, Francisco Santos hablaba en el primer vídeo que las vías de la ciudad no deberían colapsarse de esa manera como si la ciudad tuviera un tráfico fluido y planeado, en mi memoria no hay registro de que Bogotá en algún momento de su historia no haya habido crisis vial y así como él mismo lo dijo fue una manera de deslegitimar las marchas sociales y fue una manera violenta de estigmatizar los movimientos estudiantiles.
Ellos, como bien lo decía Francisco Santos ganaron una batalla, demostraron madurez y dejaron claro que tienen argumentos de peso para seguir luchando y marchando. Demostraron con altura que no se trata de un juego y que conocen la reforma y las normas colombianas y que son capaces de esquivar a cualquier periodista por más sagaz que sea cuando trata de anularlos como representantes de los estudiantes y como agentes generadores de opinión y reflexión.
Mientras se generaban las marchas al mismo tiempo podíamos ver y escuchar en los diferentes medios de comunicación cosas como que un día de marcha deja un saldo en rojo de 1.07 millones de pesos o que según investigaciones de inteligencia estas marchas se prestaban para que los grupos narcoterroristas se infiltren.
Ahora bien, yo me pregunto, un hecho coyuntural aunque nos incumbe a todos como país, hablo del fusilamiento de los 4 ex secuestrados, miembros de las fuerzas públicas merece una marcha pero una reforma educativa que afecta directa o indirectamente a la mayoría de habitantes del país no la merece?
Esta marcha no generara ese saldo en rojo o la infiltración de grupos al margen de la ley antes mencionados, no se alterará el flujo vehicular en las vías de la ciudad y del país entero y por lo tanto sería impensable la idea de utilizar esas inofensivas armas, por que saldrán los colombianos de bien a alzar su voz, como si los estudiantes no fueran colombianos de bien.
Caminará el país entero para pedir una vez más la liberación de los secuestrados así como caminan los estudiantes reclamando un derecho constitucional, caminara pidiéndole a los gobernantes cumplan las tareas para las que fueron elegidos.
Yo espero, como todos los colombianos que algún día todas estas voces unidas, todo ese camino recorrido logren hacer que vibre algo más que el suelo al caminar, que el conflicto armado tenga un cese o su final absoluto, que se logre una educación publica gratuita y de calidad para todos pero para eso hay que proponerse, desde mi modo de ver, un modelo de país que respete de verdad la opinión del campesino al empresario, que no sea cuestión de redacción y distribución de constituciones que nadie acata, y que la sociedad civil y el estado trabajen en mutuo respeto y beneficio.
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